Con el correcto mantenimiento de tus neumáticos podrás evitar estas situaciones, pero es verdad que no se puede prever todo y que pinchar en carretera mientras estás conduciendo puede pasar. A pesar de que no es un momento agradable, por la tensión que se sufre y la peligrosidad de sufrir un aparatoso accidente, hay una serie de trucos y consejos que puedes seguir para reducir el riesgo y salir ileso de un pinchazo en la autovía.

Lo primero que tienes que hacer si oyes que revienta la rueda o notas que uno de los neumáticos se está desinflando, es mantener la calma. Controla los nervios y no hagas movimientos bruscos. Si tu primer acto reflejo es frenar en seco, ¡evítalo! Solo empeorarás las cosas. Lo mejor es ir reduciendo la velocidad lentamente hasta que puedas parar. Utiliza las luces de emergencia para ser más visible y avisar a los demás conductores de que algo no va bien.

Si pinchas en medio de una carretera, autovía o autopista, recuerda parar lo más pegado posible al arcén y colocar los triángulos de señalización delante y detrás del coche para que puedan verte. Echa el freno de mano antes de salir de tu vehículo (los nervios son muy traicioneros) y ponte el chaleco reflectante para evitar accidentes. 

En caso de que tengas dudas sobre cómo salir del coche, lo primero es conseguir libertad de movimientos, después, tratar de abrir las puertas y, solo en caso de que estén bloqueadas, protégete manos, brazos y rostro para golpear la luna trasera o las ventanillas ya que, aunque son de cristal templado (que es más resistente) conseguirás abrir una vía de escape.

Cómo reparar la rueda

Una vez que hayas tomado todas las precauciones, hayas conseguido estacionar el coche y hayas bajado de tu vehículo sin peligro, queda pensar qué hacer para poder continuar tu viaje con tranquilidad.

Si el pinchazo es reparable y dispones de un kit para repararlo, ponte manos a la obra. Recuerda que en cuanto puedas visitar un taller deberás ir a cambiar la rueda por una nueva, pero para terminar tu viaje te servirá. Si no es reparable pero tu coche tiene rueda de recambio (y sabes cambiarla), también podrás continuar tu camino.

Si por el contrario no dispones de ninguno de estos equipos o no eres muy mecánico, tranquilo. Llama a la grúa, a tu seguro o a asistencia en carretera y espera dentro de tu vehículo a que vengan a repararte el neumático estropeado.